Córdoba, 1992. En el barrio Los Paraísos, la vida de dos jóvenes estudiantes de medicina, Cristian y Marcos, cambiaría para siempre tras una inquietante experiencia sobrenatural. Era una tarde como cualquier otra, y ambos se encontraban estudiando en la habitación de Cristian. Durante una pausa, decidieron relajarse jugando a las cartas, cuando de repente, un fuerte olor a azufre invadió el ambiente.
Cristian, que se definía como agnóstico, y Marcos, un ateo confeso, intentaron desentenderse de la situación, pero la preocupación era inevitable. Intentaron distraerse en el patio de la casa, pero el misterioso olor persistía. Al regresar a la habitación, Cristian fue testigo de una aterradora aparición: una figura de aspecto humano, con piel verdosa y ojos rojos, que les ordenó rezar si querían salvarse.
Marcos, paralizado por el miedo, sólo pudo murmurar una súplica, mientras Cristian intentaba recordar las oraciones de su infancia. La situación se tornó aún más desesperante cuando la madre de Cristian, alertada por los gritos, irrumpió en la habitación con una Biblia en mano, recitando pasajes sagrados hasta que la figura demoníaca desapareció. A pesar de su alivio momentáneo, el terror se perpetuaría en las vidas de todos los involucrados.
Consecuencias de una Experiencia Traumática
La vida de Cristian nunca volvió a ser la misma. A partir de esa noche, sufrió episodios traumáticos que lo llevaron a tratamientos psiquiátricos y hasta un exorcismo. Marcos, por su parte, desapareció sin dejar rastro alguno, sumando otro misterio al caso.
Una Nueva Presencia en el Barrio
Córdoba, 2010. Claudia, una joven catamarqueña, decidió pasar sus vacaciones en la casa de sus tíos, ubicada en el mismo barrio Los Paraísos. Ignorante del pasado sombrío del lugar, Claudia se dispuso a limpiar la deshabitada casa. Sin embargo, lo que prometía ser una tranquila estancia, pronto se tornó en una experiencia escalofriante.
Una madrugada, mientras intentaba dormir, Claudia fue perturbada por extraños murmullos y risas que parecían provenir de diferentes partes de la casa. Las voces burlonas la llevaron a abrir un placard vacío, intensificando su miedo. La situación culminó cuando sintió el aliento de una «enorme boca» cerca de su rostro, seguido del ruido de un viejo libro de oraciones cayendo al suelo.
Una Presencia Inmutable
Con el amanecer, Claudia decidió abandonar la casa y relatar su experiencia a sus tíos, quienes le narraron el incidente de 1992. Convencida de que algo maligno aún residía en el lugar, Claudia abandonó el barrio Los Paraísos, segura de que no volvería durante sus vacaciones.
Reflexión
Las experiencias de Cristian, Marcos y Claudia en el barrio Los Paraísos dejan entrever la presencia de fenómenos inexplicables y aterradores. Mientras algunos buscarán respuestas en la ciencia y otros en la fe, lo cierto es que estas historias permanecen como un recordatorio de lo desconocido y lo sobrenatural que puede acechar en los lugares más inesperados.
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