Damián vivió una experiencia verdaderamente sorprendente que no olvidará jamás, cuando cursaba el segundo año del profesorado de Historia. Venía pensando en un amigo suyo al que no veía desde hacía mucho tiempo, al que conoció en la escuela secundaria, y después siguió viéndolo por la Peatonal Rivadavia. Un par de semanas después, recorriendo el centro de la ciudad con su novia, recuerda Damián que era el mes de abril, caminando por calle Esquiú volvió a ver a su amigo: "Eh, qué haces loco!!" "Hola, cómo andas Damián?!" "Bien, todo bien". Fin del saludo, y cada uno por su lado.
Una semana después, leyendo el diario, en las páginas de necrológicas vio la foto de su amigo. No lo podía creer. Pero mientras Damián se lo comentaba a su madre, menos aún pudo creer cuando vio la fecha de la muerte de su amigo: había fallecido a mediados de febrero. Incluso dudó, y le dijo a su madre que tal vez se hubiera confundido el diario "El Ancasti". Pero la madre le confirmó que aquel joven había muerto efectivamente en la fecha que indicaba el diario, por un accidente en el Parque Adán Quiroga.
Cuando en Zona Negra le consultamos otra vez sí pudo conversar con su amigo, o solamente lo había saludado, ratificó que "fue el saludo solamente... yo pienso que habrá sido la necesidad de verlo, por no saber nada de él..."
Ana no se olvida del miedo que sintió su padre cuando contó algo que vivió hace
Continuar leyendoAl momento de escribir estas páginas, recibimos un dato: en una casa de las chacras vive un f
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