Caperucita Roja: El Bosque de las Pesadillas
Había una vez un pueblo rodeado de un denso bosque oscuro y tenebroso. En este pueblo vivía una joven llamada Caperucita Roja, conocida por su cabello rojo como la sangre y su capa del mismo color. La madre de Caperucita Roja estaba enferma y le pidió que llevara una canasta de medicinas a su abuela que vivía al otro lado del bosque.
La madre advirtió a Caperucita Roja que no se desviara del camino y que no hablara con extraños, especialmente en el bosque. La abuela vivía en una pequeña cabaña en medio de un claro en el bosque, y para llegar allí, Caperucita Roja tendría que atravesar un sendero oscuro y lleno de sombras.
Mientras caminaba por el bosque, Caperucita Roja sentía que algo la observaba desde las sombras. Ramas crujían y susurros inquietantes llenaban el aire. Finalmente, se encontró con un lobo enorme y siniestro que bloqueaba su camino.
El lobo le habló con una voz profunda y escalofriante, diciéndole que sabía hacia dónde iba y que tenía una forma más rápida de llegar a la cabaña de su abuela. Caperucita Roja, temerosa pero inexplicablemente atraída por la criatura, decidió seguir al lobo por un atajo a través del bosque.
Mientras avanzaban por un camino cada vez más oscuro y retorcido, Caperucita Roja comenzó a sentir que algo estaba terriblemente mal. El lobo le reveló su verdadera naturaleza: era un ser demoníaco que se alimentaba de almas inocentes en el bosque y que su abuela era solo una trampa para atraerla.
En medio del bosque, Caperucita Roja se dio cuenta de que había caído en una pesadilla. Con valentía, sacó un cuchillo de su canasta de medicinas y luchó contra el lobo, cortándole la garganta. Pero, para su horror, el lobo se levantó y se reformó, revelando que era inmortal.
La joven corrió desesperadamente a través del bosque mientras el lobo la perseguía, sus ojos brillando con una malicia inhumana. Finalmente, llegó a la cabaña de su abuela, solo para encontrarla convertida en una criatura grotesca y hambrienta, atrapada en un ciclo de tormento eterno.
